La accesibilidad de los diversos
dispositivos de hardware y software, así como de Internet, es un tema que
preocupa cada día más a todos y cada uno de los sectores de la población. “La
característica más importante de Internet es su universalidad”, señala Isabel
Díaz, presidenta de la Fundación para la Integración de Discapacidades, “por
ello, en el ámbito tecnológico es donde más se ha avanzado en el concepto de
diseño para todos”. Para Díaz, “en el desarrollo del hardware y el software,
así como en telefonía móvil, se ha hecho un esfuerzo por parte de diversos
agentes en poner `rampas´ a la SI, haciéndola accesible para más personas”.
La Fundación para
la Integración de Discapacidades, creada en el año 2000, tiene como
objetivo la integración de estas personas mediante las TIC y, entre sus
labores, destaca el desarrollo de servicios tecnológicos que permitan una mejor
calidad de vida y una mayor integración social.
Aún así, de acuerdo con Olvido Nicolás,
directora del área de responsabilidad corporativa de Microsoft Ibérica, “la
tecnología, en ocasiones, tiene un importante handicap: no habla el idioma de
las personas, carencia que se hace más evidente cuando se trata de usuarios con
discapacidad. Por eso, desde Microsoft entendemos que el software debe pensar
como las personas y ajustarse a las necesidades de quien lo está utilizando, y
no al revés”. Así, Microsoft ha dedicado años de esfuerzo e investigación a conocer
mejor las necesidades de este colectivo y cumplir con uno de los lemas de la
compañía: “Ayudar a las personas a aprovechar al máximo su potencial y
desarrollar su talento a través de herramientas de software fáciles de
utilizar, asequibles y accesibles para todos”. Un ejemplo es el acuerdo que,
desde 2004, la empresa mantiene con la ONCE y que contempla el desarrollo
técnico y la asesoría en temas de accesibilidad e
iniciativas orientadas a la aplicación de la tecnología en la educación de los
niños con ceguera o problemas graves de visión.
Otra de las organizaciones privadas que
dedican parte de sus recursos a reducir esta discriminación es HP. Prueba de
este compromiso es el desarrollo de varios programas, como HP Integra, que
junto con la fundación
Manpower, ofrece formación específica y prácticas de seis meses para
estudiantes en los dos últimos años de carrera que tengan algún tipo de discapacidad.
Además, la compañía adapta algunos de sus dispositivos, como impresoras o
Tablet PC, a personas que presentan algún tipo de limitación física o psíquica.
Por su parte, Panda Software participa desde hace años en diversos proyectos,
como una guía de seguridad informática optimizada para personas con
discapacidad visual, y realizada conjuntamente con la ONCE y Red.es, cuyo único
objetivo es eliminar estos obstáculos. Según Sixto Heredia,
director de expansión de Panda Software España, “si hablamos de acceso a las
nuevas tecnologías, son las personas con deficiencia visual las que pueden
encontrar más barreras”.
Aún así, de acuerdo con Inés Bermejo,
responsable de diversidad de HP España, “todavía queda mucho camino por
recorrer y la tecnología puede hacer mucho más por ayudar a estas personas”.
Cuando hablamos de brecha digital entre la población y el colectivo
discapacitado, para Isabel Díaz lo que existe es una “desigualdad importante en
las condiciones de acceso a la SI para muchas de estas personas y en casos en
los que es básico: personas que han de utilizar el ordenador para comunicarse
con sus familiares, niños que sólo pueden hablar con su madre mediante un PC...
Por ello, es importante garantizar que estas personas, normalmente con una
voluntad muy por encima de lo común, puedan acceder a la tecnología sin que
suponga un gran desembolso, es decir, en igualdad de condiciones”.
En este largo camino, “la accesibilidad
de la tecnología es un reto que está en manos de todos”, señala Nicolás, “desde
los distintos actores del sector público, organizaciones específicas,
instituciones educativas, empresas privadas...Todos tenemos responsabilidades a
la hora de permitir a estas personas acceder a las posibilidades que les brinda
la tecnología, y son muchas las armas para ello. Cada uno debemos asumir
nuestra responsabilidad”. Al final, es importante comprender que “la cuestión
no es tanto disponer de mucha tecnología, sino de utilizar la que disponemos
para crear una SI mejor para todos”, señala Díaz.
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